Las orquídeas son una especie de plantas con flores pertenecientes a la familia de las orchidaceae, caracterizadas por tener un diseño muy peculiar. Esta familia presenta una gran variedad y cada vez se están vendiendo más en las floristerías o invernaderos por ser plantas exóticas.
Es una de las plantas decorativas que presentan una relación de amor-odio a la misma vez. Pues si bien tienen flores hermosas que cautivan a todo el mundo, son una de las plantas más delicadas que existen, por lo que son muy difíciles de cuidar.
Existen más de 30.000 especies de orquídeas, las cuales podemos clasificar en 11 grupos dependiendo del género al que pertenezcan. Por el contrario existen 3 principales tipos de orquídeas, las cuales se clasifican según su crecimiento.
• Orquídeas epífitas: el término epífitas hace referencia a plantas que crecen sobre otras, y a pesar de que mucha gente opinan que son parásitos, no es así. Su principal fuente de nutrientes la obtiene a través del humus de las otras plantas, la humedad del aire y otros desechos.
• Orquídeas terrestres: Son plantas tal cual las conocemos, las cuales obtienen sus nutrientes directamente del suelo. Esta variante es propia de climas templados, aunque por la demanda de humedad podemos decir que son más climas tropicales.
• Orquídeas semi-terrestres litófitas: Son especies que crecen mayormente entre las grietas de las rocas. Suelen ser bulbosas y por consiguiente cuando llueve, la tierra absorbe el agua y éstas retienen los nutrientes en sus raíces (bulbos).
Una características de estas especies es que a pesar del género al que pertenezcan, podemos encontrar una muy amplia gama de colores dentro del mismo. Es decir podemos ver orquídeas blancas, orquídeas azules, orquídeas amarilla, moradas… pertenecientes a un mismo género.
Los cuidados de las orquídeas es muy delicado. A la mayoría de la gente se le acaba muriendo por no saber exactamente como cuidar orquídeas, por eso hemos elaborado esta pequeña guía.
Lo más difícil es saber donde plantarlas. Tener orquídeas como plantas de exterior puede resultar muy complicado porque al ser muy delicadas necesitarán unas condiciones climatológicas muy exquisitas. Por esa misma razón se cultivan como plantas de interior, puesto que así es mucho más fácil controlar entre otros muchos factores la temperatura ambiente.
No obstante, deciros que las orquídeas son una gran variedad y por consiguiente, no todas las plantas pueden cultivarse en interior. Algunas especies necesitarán cultivarse sí o sí al aire libre.
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El terreno es la prioridad número 1, puesto que de él obtienen sus nutrientes y por eso la mejor y más recomendable opción es utilizar un sustrato específico para orquídeas. Por el contrario, si decides preparar un sustrato por tu cuenta de forma casera (no te lo recomiendo a menos que seas jardinero), debes saber lo siguiente.
Los suelos han de ser similares a los de las plantas suculentas, que retengan la humedad, aunque deben drenar rápidamente. Puedes utilizar la turba blanca para almacenar el agua, el carbón vegetal es muy utilizado para aumentar el pH del suelo, que para las orquídeas ha de ser 6.5.
6.5 de pH es un poco ácido, por lo que si el el suelo para las orquídeas no es específico, es recomendable abonar el terreno. Debes utilizar un fertilizante específico para las orquídeas y aplicarlo en cada riego. Existe una gran variedad de estos productos para cubrir diferentes necesidades, por ejemplo: fertilizantes para ayudar a la planta en época de crecimiento, para suministrarle nutrientes de forma permanente, para evitar plagas…
También puedes elaborar por cuenta propia tu propio fertilizante a base de productos que se encuentran al alcance de todo el mundo.
• Cáscara de huevo: Si la trituras hasta convertirla en polvo le aportará potasio.
• Leche: Mezclando 20% de leche con 80% agua le aportará potasio.
• Agua de cocción de patata o arroz.
• Bolsas de té.
Orquídeas
El riego de las orquídeas ha de ser un poco intenso, procurando no pasarnos pero que se filtre bien por la tierra. Es importante además apuntar el chorro del agua al tallo o a la tierra porque si cae agua en las flores se estropearán.
La frecuencia de regado ha de ser de 1 vez por semana en época de floración, o sea en primavera. Después rebajaremos la intensidad en época de descanso a 1 vez cada 2 semanas. Decir que en verano, al ser la época de más calor podemos regar las orquídeas 1 vez cada 5 días.
Recordar además que si el sustrato está seco habrá que regarlo de nuevo. Esto lo podemos comprobar introduciendo los dedos en la tierra y comprobar si está húmedo o no.
Como ya hemos dicho previamente, existe una gran variedad de estas especies, por lo que hay muchos tipos de orquídeas esparcidas por todo el mundo.
Por lo general, la mayoría de las orquídeas necesitan una temperatura de entre 12º y 25º (30º como máximo), que se corresponde con un clima templado. Las hay de climas fríos que pueden resistir hasta los 8º y de climas cálidos, cuya temperatura no debe bajar de los 16º.
Las orquídeas, a diferencia del resto de plantas necesitan una mayor cantidad de luz solar respecto al resto. Colócalas cerca de las ventanas o en aquellos sitios donde les incida de forma directa la mayor cantidad de luz posible.
Como habrás leído en los apartados anteriores, los cuidados de las orquídeas son muy exquisitos, en especial la temperatura. Puesto que no podemos regular el clima exterior la mejor opción es cultivar orquídeas en maceta, en el interior de nuestra casas.
Antes de comprar una maceta, comenta a tu vendedor el tipo de orquídea que tienes porque algunas especies presentan raíces más largas, y por consiguiente unas macetas más largas. Es muy simple cultivar en maceta, tan solo tienes que llenar el interior con un poco del sustrato (un tercio de la longitud de la raíz). Después terminar de cubrir el resto de la planta.
Cultivo de orquídeas
