Las plantas, al igual que la mayoría de los seres vivos, necesitan oxígeno para poder sobrevivir. El caso es que a diferencia de los mamíferos, estas especies no presentan ni pulmones ni branquias, luego ¿cómo respiran las plantas?
Para que se pueda lograr la respiración, deben darse dos condiciones imprescindibles, que son un suelo rico en nutrientes y estar expuestas a la luz solar. Además las plantas cuenta con 2 elementos muy importantes que intervienen directamente en la respiración, los estomas y las lenticelas.
Los estomas de las plantas son unas pequeñas células encargadas expulsar el dióxido de carbono hacia la atmósfera y que cuentan con dos células epidérmicas.
Estas células poseen un orificio llamado osciolo, que es el encargado de abrirse o cerrarse en caso de exceso o escasa necesidad de agua. Las células epidérmicas se encuentran principalmente en la parte inferior de sus hojas, aunque según que especie puede estar distribuida por toda la planta.
Estomas
Las lenticelas son unas pequeñas estructuras con forma lenticular que regulan la entrada o salida de oxígeno entre la planta y la atmósfera. Están situadas en las partes inertes de las plantas, por lo que captan el oxígeno para que respiren las raíces y tallos.
Lenticelas (vistas en microscopio)
Esto se debe al intercambio de gases entre las lenticelas y los estomas. Las lenticelas captan el oxígeno del exterior y es transformado por la propia planta en energía y dióxido de carbono (CO2), el cual es expulsado hacia el exterior mediante los estomas. Así es como respiran las plantas, algo que para muchos, es un proceso opuesto a la fotosíntesis.
¿Por dónde respiran las plantas?
Si los estomas liberan el dióxido de carbono producido por la planta y las raíces captan el oxígeno, entonces podemos decir que la respiración de las plantas se sitúa en las raíces y hojas.
